Conoce qué ratios debes utilizar para realizar un análisis de solvencia a corto plazo. Además te damos unos consejos para saber cómo interpretarlas.
Introducción a las ratios para un análisis de solvencia a corto plazo
En la entrada anterior sobre cómo analizar la rentabilidad económica y financiera de una empresa, conocimos las principales características de las ratios, el papel que desempeñan en el estudio de la situación financiera de una empresa, así como sus limitaciones. También enumeramos las prinicipales ratios financieras más empleadas en el proceso de estudio. Ahora es el turno de conocerlas una a una, su significado y comprender cómo pueden ser clave en la toma de decisiones.
Para comenzar a estudiar las ratios utilizadas en el análisis financiero o rentabilidad de los propietarios, es importante dividir las ratios en dos secciones:
- Por un lado tenemos el análisis de solvencia a corto plazo o liquidez; donde analizaremos las tres ratios más importantes. Éstas son las que vamos a tratar a continuación.
- Por otro lado, el análisis de solvencia a largo plazo; en el cual trataremos el estudio del endeudamiento o coste del mismo. El análisis de solvencia a largo plazo será objeto de estudio en otra entrada dedicada especialmente para ello.
Definición de análisis de solvencia a corto plazo
En esta entrada conoceremos las 3 principales ratios financieras para analizar la liquidez de una empresa.
Pero antes … ¿Qué el la solvencia a corto plazo?
La solvencia a corto plazo o liquidez hace referencia a la capacidad que tiene la empresa de hacer frente, con sus activos corrientes, a sus deudas a corto plazo.
Este análisis financiero y de solvencia a corto plazo puede ser realizado, bien con una análisis estático mediante ratios (donde obtenemos un resultado dada una información histórica); o bien mediante un análisis dinámico (haciendo un seguimiento de la evolución de la tesorería). Sin embargo, nosotros nos centraremos en el análisis estático mediante ratios financieras.
Las ratios financieras más importantes en el análisis de liquidez de una empresa son las siguientes:
Ratios de liquidez o ratios de solvencia a corto plazo
La ratio de liquidez (también denominada «ratio de solvencia a corto plazo») es la ratio más importante a tener en cuenta a la hora de realizar un análisis de solvencia a corto plazo.
Refleja si una empresa tiene la suficiente fortaleza económica para cubrir todas las deudas contraídas que vencen en un periodo inferior al año. Dicho de otro modo, es el número de veces que nuestro activo circulante actual es capaz de cubrir las deudas exigibles a lo largo del año.
Por lo tanto, en función del resultado de esta ratio, la empresa tomará decisiones encaminadas a reforzar su estructura económica (activos).
Veamos su fórmula:
Esta ratio financiera (y todas las ratios que veamos en esta entrada) puede ser mayor que 1, o menor que 1. También puede suceder que la ratio resulte exactamente 1, pero esto raramente lo encontraremos en la práctica ya que el total de activos corrientes no suele coincidir completamente con las deudas a corto plazo.
Ratio de liquidez menor a 1
Cuando la ratio de liquidez en inferior a 1, significa que la empresa no dispone de los activos corriente suficientes (tesorería, stock y cuentas a cobrar con vencimiento inferior al año) para atender y cubrir las deudas contradídas, también con vencimiento inferior al año.
Como ya comentamos en la entrada dedicada al Fondo de Maniobra, si la empresa no cuenta con un buen Activo Circulante (AC) generado por la propia actividad empresarial o rendimiento en inversiones varias (intereses, deudores), la entidad incurrirá en una «Situación de Inestabilidad Financiera». En esta situación vemos que las deudas a corto plazo financian activos no corrientes, los cuales no suelen disponer de liquidez en el corto plazo. Esto conlleva un problema de liquidez empresarial.
Dado que la empresa no dispone del dinero suficiente en el corto plazo para hacer frente a sus deudas, incurrirá en un círculo vicioso (nuevos préstamos para hacer frente a las deudas a corto plazo), el cual, en el peor de los casos, desembocará en una suspensión de pagos o quiebra.
En este sentido, si hacemos referencia a la crisis que actualmente ahonda en gran parte de las economías mundiales (crisis sanitaria y económica provocada por el virus Covid-19), las empresas se encuentran con importantes necesidades de liquidez derivadas de un descenso de los ingresos y por ende, un mayor endeudamiento externo con coste financiero. Además, el Banco de España anuncia en sus investigaciones, según el diario digital Europa Press, que las entidades que presenten problemas de liquidez en el corto plazo, en un escenario de pandemia y confinamiento duraderos, pueden incurrir posteriormente en serios problemas de solvencia a largo plazo. De ahí que mantener una buena liquidez hoy, evita incurrir en mayores problemas financieros en un futuro.
Ratio de liquidez mayor que 1
Una ratio de liquidez mayor a 1 representa, a primer vista, una buena solvencia financiera a corto plazo debido a que los recursos del activo circulante superan las deudas a corto plazo.
Si hacemos referencia al Fondo de Maniobra, nos encontraríamos ante una «Situación Financiera Normal».
Curiosidades y falsas creencias sobre la ratio de solvencia a corto plazo
A día de hoy, disponer de una ratio de liquidez mayor a 1 suele ser un buen dato para la empresa, pero no ofrece la plena seguridad de ser solvente en el corto plazo pase lo que pase.
Tradicionalmente se exigía que la ratio de liquidez de toda empresa fuera superior a 1’5, ya que de esta forma el analista tenía la garantía de que la empresa podía atender las deudas contraídas en el corto plazo.
No obstante, se ha comprobado que la Ratio de Liquidez es una ratio que no se comporta ni se interpreta por igual en todos los sectores de la economía. ¿Por qué?
Porque la composición del Activo Corriente (Existencias, Clientes y Dedudores, Tesorería) está directamente relacionada con el tipo de actividad desarrollada en la empresa, sector en que se encuentra, así como la duración de su ciclo de explotación. Estos tres factores determinarán el grado de liquidez de la empresa.
La solvencia a corto plazo de una empresa dependerá del grado de liquidez (medida relativa), y no del montante monetario del Activo Corriente (medida absoluta). Es decir, dependerá de la rapidez con que un activo se convierta en líquido (cash).
Por otro lado, el ciclo de explotación de una empresa puede coincidir o no con el año natural. Es decir, puede ser un ciclo anual, de dos años, tres años…
Ejemplo: una misma ratio de solvencia a corto plazo y dos causas diferentes
Por ejemplo, imaginemos dos empresas cuyo ciclo de explotación y grado de liquidez sean diferentes:
- Fábrica (sector secundario)
En este primer caso, el grado de liquidez o capacidad de convertir sus activos en dinero no es muy alto. Así, disponer de una ratio de solvencia a corto plazo de 1’5 puede ocasionar a esta empresa problemas para hacer frente a las deudas, ya que sus activos corrientes no son suficiententemente líquidos.
- Supermercado (sector terciario o servicios)
Por el contrario, el grado de liquidez de un supermercado es mucho mas elevado que el de una fábrica ya que el número de clientes que paga en efectivo o al contado (tarjeta, transferencia, vencimiento mensual en compras a plazo) es mayor.
De esta manera, disponiendo de una ratio de liquidez de 1’5 es probable que un supermercado no tenga problemas para hacer frente a sus deudas a corto plazo. Tampoco tendrá inconveniente cuando su ratio sea inferior a 1, ya que su activo corriente se convierte en liquidez rápidamente.
Ratios de Prueba Ácida o Quick Test
La ratio de Prueba Ácida (en inglés «Quick Test«) surge para suplir los inconvenientes que hemos detectado en la Ratio de Liquidez.
La ratio de prueba ácida pretende descontar del Activo Corriente aquellos activos que difieren de manera notable entre empresas y sectores (como los inventarios o los activos no corrientes mantenidos para la venta).
Su objetivo es buscar la homogeneidad en los activos monetarios entre sectores de actividad, derivando así en una comparación real y posible entre los mismos.
Su fórmula es la siguiente:
Asimismo, dentro de una misma empresa podemos realizar una comparación entre los resultados ofrecidos por la ratio de liquidez y la ratio de prueba ácida. Por ejemplo, ¿Qué sucede si la ratio de liquidez de una empresa es 1’62 y la ratio de prueba ácida es muy inferior, es decir, 0’85? En este caso la empresa dipone de un gran nivel de existencias, derivado de la escasa relación entre el nivel de producción y las ventas. No hay una alta rotación (salida de productos o prestación de servicios), lo cual puede conllevar en un futuro a serios problemas de liquidez. Lo importante en este caso es mantener dicha rotación de los inventarios e intentar incrementar el grado de liquidez de los activos (rápida conversión en dinero).
Ratio de Liquidez Inmediata
Finalmente, dentro de las ratios empleadas para el análsis de solvencia a corto plazo, conozcamos la última ratio objeto de estudio.
Como su nombre indica, la ratio de liquidez inmediata recoge aquellos activos circulantes que disponen de un elevado grado de liquidez. Hablamos principalmente de la Tesorería (caja y bancos).
Su fórmula es la siguiente:
En primer lugar, la ratio de liquidez inmediata no suele ser muy elevada en la mayor parte de los sectores (a excepción de supermercados, hostelería y otros comercios) cuya forma de cobro es princialmente efectivo y contado.
Así pues, al igual que la ratio de liquidez (la primera que hemos analizado), la ratio de liquidez inmediata no es una ratio que facilite la comparación entre empresas y sectores de actividad.
Esto es debido a que deja de lado la tesorería considerada potencial, es decir, cuentas a cobrar y existencias que aún no se han convertido en liquidez.
Conclusiones
Para concluir este análisis, debemos tener en cuenta una serie de aspectos a fin de interpretar las ratios financieras de manera segura y válidad para nuestra toma de decisiones.
Limitaciones a tener en cuenta si empleamos ratios en el análisis de solvencia a corto plazo
- En primer lugar, gran parte de las empresas son estacionales de modo que la rentabilidad y ciclo de explotación de éstas será diferente según el momento en que se encuentren.
Dado que las ratios financieras nos ofrecen una información determinada sobre una imagen fija (Balance de Situación en el momento X), dicha información se ha de interpretar para un escenario determinado evitando generalizar y extrapolar los resultados obtenidos. - Una empresa puede tener periodos de maduración (o tiempo en recuperar la inversión realizada) muy cortos, generando así una falta de conexión entre el ciclo de explotación y el ciclo financiero.
- En tercer lugar debemos conocer si la empresa cuenta con un alto nivel de créditos impagados, o existencias que difícilmente saldrán a la venta. Es el caso de las empresas constructoras que cuentan con clientes caracterizados por un elevado nivel de morosidad; o la industria conservera que dispone de un excesivo volumen de existencias.
- En cuarto lugar, nos encontramos con el «Cash Management«. Es decir, una empresa que no disponga de tesorería propia, pero sí de una póliza de crédito, dispondrá de tesorería suficiente para hacer frente a sus deudas a corto plazo.
Sin embargo, dicha póliza constituye un pasivo corriente futuro. Hay que analizar el crédito disponible en la póliza negociada. - Finalmente se ha de tener en cuenta las líneas de negociación o descuento de efectos con las entidades financieras. Por ejemplo, descontar pagarés recibidos de clientes para disponer de liquidez inmediata a cambio del pago de unos intereses.
De esta manera hemos conocido las tres principales ratios financieras a fin de evaluar la solvencia que dispone una empresa en el corto plazo. En próximas entradas nos centraremos en la solvencia a largo plazo y los costes que supone un endeudamiento. No dudéis en visitarnos también en Youtube! Adiós! 😄
Bibliografía
- Eslava, J. de J. (2010). «Las claves del análisis económico-financiero de la empresa». (2da. ed.). Madrid: ESIC Editorial.